El cerebro triuno

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Establecidas las consideraciones previas, estamos en disposición de abordar la estructura de la mente humana. No es fácil explicarlo de una forma gráfica pero, quizá, el mejor intento sea la teoría de los tres cerebros o el cerebro triuno. Con ella, el neurólogo nortea-mericano Paul D. MacLean defendió la existencia de tres cerebros interrelacionados. No se trata de tres unidades independientes, sino de tres áreas de la misma unidad conectadas. La imagen que más nos puede ayudar a entenderlo es la de las matrioskas, las muñecas rusas que contienen otras más pequeñas en su interior. Son tres elementos que, en realidad, forman parte de un todo. Es importante no pensar que la consolidación de un cerebro más moderno deja inservibles a los anteriores porque no es así. Actualmente los tres permanecen activos e interrelacionados. La teoría del cerebro triuno distingue entre estos tres elementos:

  • Cerebro reptiliano. Evolutivamente es el más antiguo y se ubica en la parte central, como lo hace el hueso de una fruta. Actúa como cerebro instintivo y, en el ejemplo de las matrioskas, sería la muñeca de menor tamaño. Es el que compartimos con los reptiles. Puede sorprender pero, millones de años después, esta parte sigue manteniendo su estructura original. Es el cerebro de la supervivencia y las respuestas automáticas. En él se gestionan aspectos como la respiración o la actividad cardiaca.
  • Sistema límbico. Fue el segundo en aparecer y se localiza alrededor del cerebro reptiliano. Actúa como cerebro emocional y, en el ejemplo de las matrioskas, sería la muñeca de tamaño medio. Su función más característica es, precisamente, el control de emociones como la alegría o el miedo. Actúa mediante reacciones emocionales que son capaces de activar sistemas cerebrales, endocrinos, metabólicos… Ahí está el origen de las respuestas involuntarias que experimentamos ante determinados estímulos: el sonrojo al conocer a una persona atractiva, el sudor de las manos justo antes de un examen o una progresiva aceleración de la frecuencia cardíaca cuando nos sentimos amenazados por una persona desconocida en un callejón oscuro.
  • Corteza cerebral. Es el más moderno de los tres cerebros y está ubicado en la parte externa. Actúa como cerebro racional y, en el ejemplo de las matrioskas, sería la muñeca de mayor tamaño. En este conjunto de células residen el lenguaje, el pen-samiento abstracto y, en general, todas las funciones cognitivas. Allí se almacenan todos nuestros recuerdos, experiencias, conocimientos y habilidades. ¿Y cómo funciona? La corteza cerebral está formada por varias capas. La información que procede de los sentidos, por ejemplo de la vista, entra por las capas inferiores de la corteza y conforme va ascendiendo se enriquece con nuevos datos que adquiere en cada capa. Al llegar a la capa superior, contamos con información suficiente para identificar lo que estamos viendo. Comprendemos el concepto abstracto y somos capaces de ponerle un nombre.

    Fragmento del libro «La ventana interior. Inteligencia emocional aplicada al periodismo»

    (Editorial Fragua, 2016)

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