La ventana interior, gráficamente

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Gráficamente, el modelo denominado «La ventana interior»atiende a este diseño. Esta representación gráfica nos permite desarrollar una segunda clasificación por áreas, en la que también reparó la teoría de Daniel Goleman. Si trazamos una imaginaria línea horizontal que atraviese la ventana por la mitad, encontramos dos partes diferenciadas.

En la parte superior, los ámbitos íntimo y corporativo engloban los principios intrapersonales, que están relacionados con la mirada y la acción dirigidas al interior de uno mismo. A través de la introspección encontramos cualidades como el optimismo, la motivación, la capacidad de adaptación o la constancia.

En la parte inferior de la ventana, los ámbitos social y público aglutinan los principios interpersonales, que dirigen la mirada y la acción hacia el exterior, tanto a las personas que forman el equipo de trabajo como a las personas que reciben el mensaje informativo. En esa zona destacan habilidades sociales y comunicativas como el respeto, la empatía, la capacidad de trabajar en equipo o la receptividad ante las inquietudes ajenas.

Fragmento del libro «La ventana interior. Inteligencia emocional aplicada al periodismo»

(Editorial Fragua, 2016)

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