Comunicando… comunicando…

ggarciamarquez

Gabriel García Márquez admite que en las escuelas académicas de periodismo se enseñan muchas cosas útiles para el oficio, especialmente sobre el uso de herramientas técnicas y tecnológicas, pero subraya que entre ellas no están los dos elementos que, a su juicio, son los más importantes: la práctica y la ética. Él sostiene que los alumnos “deberían salir preparados para dominar las nuevas técnicas, y es todo lo contrario; salen llevados a rastras por ellas, sin los mecanismos de participación que fortalecían el espíritu en el pasado y sin tiempo ni ánimos para pensar y seguir aprendiendo el oficio. La misma sala de redacción, que siempre fue el aula máxima, es ahora un laboratorio deshumanizado, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores”.

Lo que sostiene García Márquez es que, en realidad, la comunicación no es otra cosa que gestionar relaciones humanas, porque es uno de los elementos básicos en los que se apoya la vida en sociedad. Como primera aproximación, podemos repasar la teoría matemática de la comunicación publicada por Shanon y Weaver en 1949, donde se habla de un proceso en el que aparece una fuente, un codificador, un mensaje, un canal, un decodificador y un receptor. Es decir, un individuo utiliza el lenguaje para comunicar algo, verbalmente o por escrito, a una o varias personas que comprenden el mismo lenguaje y reciben un mensaje.

Fragmento del libro «La ventana interior. Inteligencia emocional aplicada al periodismo»

(Editorial Fragua, 2016)

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